Bailarinas Famosas

Tórtola Valencia

Tórtola Valencia nació en 1882 en Sevilla. Su verdadero nombre era Carmen Tórtola y era hija única de Lorenzo Tórtola y Georgina Valenzuela. Se cree que su nombre artístico proviene de los apellidos paternos pero algunos biógrafos sostienen que en un principio había decidido llamarse Tórtola Venecia pero que un error de imprenta le hizo cambiar Venecia por la menos llamativa Valencia.

En su infancia sus padres emigraron a Inglaterra buscando trabajo y posteriormente a México donde ambos perdieron la vida. De esta manera Tórtola, todavía muy pequeña, se quedó en Londres bajo la custodia de un personaje de la alta sociedad que le proporcionaria una refinada educación de la que siempre hará gala. En 1906 muere su padrino y se ve obligada a independizarse, encontrando en el baile la manera de ganarse la vida. Dos años después, debido a su belleza y su preparación musical debuta en el Gaiety Theater de Londres en el musical “Havana”, en el que explotaba su origen español y los tópicos que conllevaba y que tanto éxito tenía en aquel momento, pero pronto decide desvincularse de todo ello para buscar una manera más personal de expresarse.

En ese momento empieza a ir a bibliotecas para buscar información sobre otras culturas, asiste a numerosos espectáculos y entra en contacto con bailarinas como Isadora Duncan y Ruth St. Denis. De todo ello saca inspiración para crear un estilo personal que atraiga al público de una manera más amplia. Entre los años 1910 y 1930 Tórtola atrajo a un gran universo intelectual, tanto europeo como americano (arriba podéis leer tres de los escritos que le llegaron a dedicar); para hacer sus coreografías seguía visitando museos, recorriendo exposiciones y recopilando datos de todos los sitios donde podía, hasta el punto de conseguir la Cátedra de Coreografía y Estética de la Universidad de Munich.

Tórtola se convirtió en un personaje muy popular, tanto que despertaba amores y odios intensos por lo innovadora que llegó a ser. Cuando estrenó Salomé, la sensualidad de su danza indigno de tal manera a la iglesia que ésta prohibió la representación de la obra en sus diócesis por no considerarla moralmente aceptable. A pesar de ello o precisamente por eso, Tórtola se convirtió en un referente del momento (Myrurgia la convirtió en imagen de la firma)
En 1930, cuando su éxito ya empezaba a ir a menos, se sumió en una profunda crisis que la llevaría a retirarse de los escenarios e instalarse con su secretaria e hija adoptiva, Ángeles, en Barcelona.
Tórtola Valencia murió en 1955 y en su funeral, al que acudieron tan sólo unos cuantos amigos que aún conservaba, su hija repartió como recordatorio la fotografía de las manos de Tórtola unidas en oración mientras bailaba la Muerte de Aase, del Peer Gynt de Grieg.